En 2021, el trabajo infantil no aparece a menudo en las noticias. Aunque debería.

El trabajo infantil se define como un trabajo que priva a los niños de su infancia. Cuando se obliga a un niño a trabajar en vez de jugar, pierde la risa fácil, la oportunidad de aprender de formas curiosas y creativas, el orgullo de crecer y la dignidad como pequeño ser humano, así como la comprensión de su lugar en el mundo.

Por supuesto, los niños no quieren trabajar. Lo hacen porque su supervivencia depende de ello. Porque sus padres no tienen los trabajos adecuados. Porque la protección social es endeble. Porque los adultos se aprovechan de su vulnerabilidad. Por costumbres y tradiciones bien arraigadas.

2020 fue un año de realidades crudas. Aquí  hay otra: La pandemia de COVID-19 amenaza con revertir años de avance en la lucha contra el trabajo infantil. Muchas familias han perdido sus empleos y, cuando escasea el dinero, muchas envían a los hijos a trabajar para compensar la diferencia.

No tiene por qué ser así. Lea para saber más sobre algunos de los conceptos erróneos habituales sobre el trabajo infantil que persisten actualmente y qué puede hacer para ayudar a acabar con el trabajo infantil de aquí a 2025..

• El trabajo infantil no se limita a los países con ingresos bajos.

En contra de la opinión popular, el trabajo infantil no se limita a los países en desarrollo o empobrecidos. Hasta cierto punto es un problema para todos los países. Más de la mitad de todos los niños víctimas de trabajo infantil viven en países de ingresos medios bajos y medios-altos.

Aunque el problema es más grave en países en desarrollo, cabe señalar que el crecimiento económico en sí mismo no erradica el trabajo infantil. 

• Siete de cada diez niños sometidos a trabajo infantil se dedican a la agricultura.

La mayoría de niños sometidos a trabajo infantil se dedican a la agricultura Dichos niños realizan trabajos que, a menudo, son peligrosos, principalmente en el ámbito de la agricultura de subsistencia e informal, así como el pastoreo de ganado. De los 152 millones de niños en trabajo infantil, el 70,9% trabajan en la agricultura, el 11.9% en la industria y el 17,2% en el sector de servicios.

Conforme el cambio climático siga desplazando a familias de sus granjas a las ciudades, es probable que este equilibrio cambie.

• Algunos niños trabajan más de 43 horas a la semana.

Es mucho más probable que las niñas tengan que asumir responsabilidades domésticas que los niños. Esta forma de trabajo no es captada por las estimaciones de trabajo infantil de la OIT, pero aun así algunas niñas realizan tareas domésticas durante 43 horas a la semana o más. 

La investigación sugiere que las tareas domésticas empiezan a afectar negativamente a la capacidad de los niños para asistir y aprovecha la escolarización a partir de las 21 horas semanales.

• La COVID-19 está revirtiendo los avances.

Desde el año 200, el trabajo infantil había descendido en 94 millones. Sin embargo, este avance está ahora en riesgo. La pandemia de COVID-19 ha reducido o destruido los ingresos de muchas familias y, sin apoyo, muchos recurren a cualquier medio disponible para sobrevivir: incluido el trabajo infantil. 

Para abordar este problema, necesitamos una protección social más exhaustiva, facilitar el acceso a crédito para los hogares empobrecidos y medidas adecuadas para que los niños vuelvan a la escuela.

• Usted puede ayudar.

2021 es el Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil.

Las personas a título individual, así como las regiones y organizaciones pueden marcar la diferencia para los niños este año mediante un compromiso de acción para 2021.

Infórmese al asistir al evento de lanzamiento, en el que escuchará el testimonio de antiguas **víctimas de trabajo infantil*** y expertos en la materia y averigüe cómo puede implicarse y seguir conectado durante todo el año.

Dediquemos 2021 a los niños.

Acabemos con el trabajo infantil. #EndChildLabour2021.